Te recomendamos que consideres los siguientes factores:
- Tu horizonte de inversión: ¿Para cuándo necesitas el dinero? A más largo plazo, puedes asumir más riesgo.
- Tu tolerancia al riesgo: ¿Estás dispuesto a aceptar fluctuaciones en el valor de tus inversiones?
- Tus objetivos financieros: ¿Estás ahorrando para una meta específica, como la universidad de tus hijos o tu jubilación?